Selvicultura y Pascicultura

21
Nov
2022

 

10/11/2022

JORNADA-WEBINAR

Desde nuestra asociación seguimos apoyando y difundiendo los resultados de investigaciones realizadas en el ámbito de los bosques y el cambio climático. En este webinar se mostrarán los resultados obtenidos de últimos estudios realizados por el Centro de Investigación Forestal (ICIFOR) del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), y los realizados por la Universidad Politécnica de Madrid, que ayudarán a disponer de un mejor conocimiento sobre la contribución de los sistemas forestales en la lucha contra el cambio climático.

Acceso: https://www.fbycc.org/index.php/jornadas/jornada-webinar-huella-y-contrahuella-en-repoblaciones-forestales/

14
Nov
2022

 

 

El borrador del Plan de Ordenación de Recursos Forestales de Asturias (2022-2036) recoge la posible autorización para plantaciones de Eucalyptus nitens.

Eucalyptus nitens, comúnmente conocido como el eucalipto brillante, es una especie nativa de Victoria y el este de Nueva Gales del Sur en Australia. Crece en los bosques húmedos templados y sus márgenes en suelos fértiles de áreas de clima fresco.

 

                                                             Eucalyptus nitens

                                                               Eucalyptus nitens

En Tasmania Eucalyptus nitens es una de las especies más importantes de árboles usados en plantaciones junto con Eucalyptus globulus (eucalipto azul de Tasmania) y Pinus radiata (pino insigne).

Le gustan los climas templados y fríos, de veranos suaves e inviernos moderados, aguanta heladas e incluso nevadas de varios días en el suelo. Vive en altitudes desde los 500 metros hasta los 1200. Prefiere los suelos arcillosos y húmedos pero que circule el agua. El eucalipto nitens a diferencia de otras variedades tiene buena resistencia al viento.

Planta dedicada a repoblaciones forestales o uso aislado. Su madera sirve para biomasa, pasta de papel, carpintería y construcción. Tiene un turno de corta a los 10-15 años para pasta y 30-35 años para sierra. Se recomienda plantar a una densidad de 1200-1400 pies por hectárea.

18
Oct
2022

 

La resina puede convertirse en una materia prima estratégica

NTM

13·10·22

Una tradición centenaria en los montes de las provincias de Segovia, Ávila, Valladolid y Soria, y también en los bosques extremeños, puede llegar a convertirse, al menos parcialmente, en una solución a los problemas energéticos. La recogida del conocido popularmente como oro líquido del pino es una práctica que se ha realizado durante miles de años por diferentes civilizaciones para darle diversos usos domésticos y últimamente industriales. Este "oro líquido" que se encuentra en muchos bosques españoles es la resina del pino, utilizada desde hace cientos de años y convertida en un mercado en auge en la actualidad. Además podría llegar a convertirse en un sustituto del petróleo en un futuro, si se impulsa la investigación, según asegura la BBC.

En la antigüedad, la resina de estos árboles se utilizaba para impermeabilizar barcos, sellar construcciones de madera o para curar quemaduras, entre otras funciones, pero no fue hasta los siglos XIX y XX cuando su extracción se convirtió en un negocio rentable, según explica en el citado medio británico Alejandro Chozas, profesor del departamento de ingeniería forestal de la Universidad Politécnica de Madrid.

Fue en aquel momento cuando la tecnología contribuyo a convertir esta resina en plástico, neumático, caucho o aditivos. Por eso es considerado como el oro líquido, sobre todo en Castilla y León, una de las regiones que más extrae este compuesto en todo el mundo.

El mejor momento de este mercado de extracción de resina fue en la década de los años 60, pero la falta de demanda y el descenso de los precios hicieron que la producción se redujera y prácticamente desapareciera en 1990.

No obstante, Blanca Rodríguez-Chaves, vicedecana de la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Madrid y experta en políticas ambientales, considera que la resina podría ser una alternativa a los productos elaborados con petróleo, como es el caso del plástico. "La resina es el petróleo del mundo de hoy y del futuro. La idea es que todos los usos del petróleo sean reemplazados por la resina", asegura la experta en declaraciones recogidas por el citado medio.

En la última década se ha vuelto trabajar esta materia prima de forma más intensiva y se ha potenciado la actividad resinera utilizando métodos menos agresivos para los árboles con prácticas que minimizan el número de incisiones y, por tanto, el daño a los árboles.

España cuenta así con una materia prima estratégica. Además, la calidad de la resina natural de nuestros pinos es excepcional para elaborar productos cosméticos o de farmacia.

Además, la labor del resinero evita incendios y plagas ya que la labor de estaos trabajadores implica estar en el monte todo el día. Y por supuesto, es clave en la lucha contra el cambio climático, ayuda al mantenimiento de los montes y desde el punto de vista económico fija población rural y es clave en la lucha contra la despoblación.

Noticias de Gipuzkoa

25
Oct
2022

chopera

R.E. MAESTRO

Solo supone un 1,42% del total de la superficie forestal de la provincia, pero de pagarse de media 100 euros el metro cúbico el pasado año ahora llega a 160

La provincia de Burgos cuenta solo con 7.200 hectáreas de choperas de producción y eso supone solo un 1,42% de la superficie forestal total, pero la rentabilidad actual puede generar que crezca el interés por cultivarlo de cara a los próximos años. El precio se ha disparado ante la escasez de madera y si el año pasado se pagaba 100 euros el metro cúbico para este ya ha ascendido hasta los 160 euros de media. «La industria demanda mucho más chopo, por lo que la subida debería ir unida a que quienes ahora pillen la 'burbuja' planten luego y que vecinos que ven esa situación se animen también», expresa Ana Belén Rodríguez, ingeniera de montes de la Asociación Forestal de Burgos.

Desde 2006 lleva esta asociación realizando unas subastas de lotes que en los últimas ediciones «han aumentado el precio exponencialmente». Sin embargo, el gran crecimiento se ha producido este 2022. «No se sabe cuánto tiempo va a durar este precio tan alto, por ello animamos a quienes tienen choperas a que se lancen a cortar y vender rápidamente», afirma Rodríguez. En la Comunidad se venden cada año a través de este sistema alrededor de 30.000 metros cúbicos y, en la última, de Burgos fueron hasta 5.000. Ahora se trata de un cultivo muy rentable y donde se han llegado a sacar de beneficio 1.000 euros por hectárea al año.

«Uno de los ingresos importantes para los ayuntamientos es la explotación de estas choperas, la mayoría de esos terrenos próximos a los ríos son de propiedad municipal», explica Ignacio Grajal, presidente de la Asociación Forestal de Burgos. Esta semana, en Melgar de Fernamental, se llevó a cabo una jornada con especialistas en la materia, donde se habló desde el interés de las empresas por esta madera de rápido crecimiento hasta de las posibilidades de comercialización. «Para municipios como San Llorente de la Vega, por ejemplo, pues le arregla el presupuesto cada cierto tiempo», dice, para avanzar que esta zona se alza como una de la que más posibilidades posee en este sentido dentro de la provincia.

En cuanto a las choperas de producción en Burgos, más allá de la mencionada zona del Pisuerga, se encuentran en la ribera del Ebro, del Duero, del Arlanzón o del Arlanza. «En el mapa está claro que lo marcan las riberas de los grandes ríos», afirma Ana Belén Rodríguez, que detalla que estos árboles proceden de viveros, tienen cinco o seis metros, y se plantan sin raíz. Necesitan unos terrenos muy concretos, con agua, pero su cultivo es a medio plazo puesto que se cortan a los 15 años y eso impide conocer a cuánto se venderá.

La madera de chopo no se puede producir de manera industrial y se puede desenrollar, cortar en láminas finas, y emplear para hacer tableros contrachapados. «Tiene la ventaja de que aunque sean terrenos muy pequeños se saca beneficio y siempre hay quien los corte», aseguran desde la asociación.

Diario de Burgos

 

11
Oct
2022

abedul

Una de las parcelas de abedul plantada en Lugo y que está sirviendo para la selección de los mejores ejemplares.

El laboratorio Cultigar es uno de los socios del proyecto impulsado por la Xunta para conseguir semillas de abedul de calidad. De la mano de ellos conocemos los detalles de los trabajos que se están realizando para mejorar la madera de abedul producida en Galicia

El abedul es una de las frondosas presente en los montes gallegos. Crece en terrenos húmedos, por lo que es fácil encontrarlo en los márgenes de los ríos y al igual que ocurre con otras frondosas, como el roble, apenas se está aprovechando para la producción de madera. Mientras, otros países llevan años apostando por la madera de abedul, que está teniendo una gran demanda internacional de la mano de firmas como la multinacional sueca Ikea, donde buena parte de su mobiliario está construido con madera de abedul.

Entonces, ¿por qué en Galicia no se aprovecha la madera de abedul? “No se emplea semilla de calidad y por lo tanto no se está logrando madera de calidad que pueda aprovecharse para transformar”, explica Margarita Fraga, investigadora y directora técnica del laboratorio Cultigar, situado en Brión (A Coruña).

Este laboratorio es uno de los socios del proyecto impulsado por la consellería de Medio Rural para la mejora genética del abedul, una investigación que busca conseguir planta de calidad para incrementar el aprovechamiento de esta madera.

La importancia del abedul en el monte gallego

Los abedules son una vía para seguir trabajando a favor de un monte diverso y conseguir ejemplares de calidad permite que sea también una opción rentable para los propietarios. Además, los propios requerimientos de este árbol hacen que sea una alternativa para convivir con otras especies autóctonas más exigentes.

En materia de suelos, los abedules pueden obtener buenos rendimiento en terrenos pobres e incluso acidófilos y con mucha humedad, lo que permite que sean una buena opción para plantar en terrenos en los que otras especies tendrían mayores dificultades. “Son especies que pueden salir adelante en suelos en los que robles o castaños tienen más problemas. Contar con especies que tengan diferentes requerimientos es lo que nos va a permitir tener una mayor diversidad en el monte”, apunta la investigadora.

Además, al igual que otras frondosas autóctonas, los abedules pueden emplearse para romper la continuidad de una plantación y servir como cortafuego natural ante los incendios. “Al igual que se plantan cerezos o castaños para conseguir ese efecto protector, los abedules también sirven al tratarse de frondosas autóctonas que no arden tan rápido como otras especies”, detalla Fraga.

En la actualidad, en Galicia la mayor parte del abedul que se produce se emplear con fines calefactores, bien sea directamente como leña o para la fabricación de combustibles como los pélets. “Teniendo una buena selección de material, el abedul puede aprovecharse en otros mercados con éxito y mayor valor añadido”, apunta la investigadora.

Primera selección hecha hace 30 años

Los primeros pasos para conseguir abedules de calidad ya se dieron hace más de 30 años, cuando se realizó una selección de semillas de los mejores ejemplares de la Terra Chá (Lugo). Con esta semilla seleccionada se plantaron 3 parcelas ubicadas en Begonte y Guitiriz (Lugo) y Cea (Ourense), aunque esta última se perdió en un incendio forestal. “Contar con estas plantaciones realizadas a base de semilla seleccionada permite al proyecto avanzar más rápido, puesto que ya se dio la primera selección. Además, estas plantaciones, de unos 30 años, se encuentran en un buen momento para seguir trabajando en la mejora genética en base a este material”, explica Fraga.

Los primeros pasos se centran en identificar los mejores ejemplares de estas plantaciones para poder reproducirlas in vitro, proceso del que se encargan en el laboratorio Cultigar. “Este proceso sería ya la segunda selección, puesto que partimos de material ya seleccionado. Es un proyecto semejante al que estamos llevando a cabo con el roble y al que desarrolló el CIF de Lourizán con el cerezo, para conseguir planta de mayor calidad”, detalla.

A la hora de seleccionar los mejores ejemplares tienen en cuenta no solo que los árboles tengan un bueno porte sino que cuenten con una buena densidad de madera, un criterio muy valorado a la hora de transformar la madera.

En la selección de los ejemplares en campo, están contando con la colaboración del personal de Seaga. Además, en el proyecto también colabora el personal de Tragsa, para la geolocalización de los árboles y la reproducción mediante injerto, así como la Universidad de Santiago de Compostela y el Centro de Investigaciones Forestales (CIF) Lourizán, que están aportando documentación sobre las investigaciones realizadas sobre abedules. “Se han llevado a cabo ya muchos trabajos sobre los abedules y resulta muy interesante contar con esa información para avanzar en la mejora genética de la planta producida en Galicia”, valora.

En estos momentos, se encuentran realizando la recogida de datos de cada uno de los ejemplares y con la puesta a punto del protocolo de la reproducción in vitro. Además, están trabajando sobre el forzado de la brotación, ya que al reproducir el material adulto pierde su capacidad de enraizamiento, por lo que buscan realizar anillamientos para forzar el rebrote, lo que le permitiría material más juvenil para la reproducción in vitro. Una vez que tengan todo el material recogido, comenzarán con el proceso de cruce de datos para tener los mejores ejemplares localizados y poder realizar la reproducción de ellos.

Huerto semillero para las plantaciones futuras

Una vez que logren los ejemplares seleccionados y germinados in vitro, este material se empleará para plantar un huerto forestal del que se obtendrán semillas ya seleccionadas. “Con este proyecto no buscamos poner a la venta planta seleccionada sino semilla de calidad, para que los propietarios forestales vean en el abedul una alternativa viable”, explica la investigadora.

Hace falta tener presente que estos son aún los primeros pasos de la investigación y habrá que esperar para contar con esta semilla de calidad. “Nos encontramos aún dando los primeros pasos y este tipo de trabajos son siempre a largo plazo, por lo que por lo menos habrá que esperar como mínimo unos 10 años para que este huerto comience a producir semillas que puedan ser aprovechadas”, detalla la investigadora.

Aunque haya que esperar, Fraga valora que ya cuenten con ejemplares con 30 años para hacer esta segunda selección, ya que es un paso muy importante y que permite avanzar más rápido. “Ya hay un trabajo previo hecho y esto hace que ahora estemos ya en la segunda fase de selección, partiendo de ejemplares que fueron seleccionados entre los mejores del hábitat natural”, recuerda.

Por el momento, tampoco está concretada la localización para este huerto semillero.

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