Incendios Forestales

26
Jul
2022

 

Autoría

Víctor Resco de Dios

Profesor de ingeniería forestal y cambio global en PVCF-Agrotecnio, Universitat de Lleida

Víctor Resco de Dios recibe fondos del MICINN, la Comisión Europea y la Fundación Velux.

Desde Faro hasta Marsella, una nueva oleada de incendios se está ensañando con el suroeste de Europa. Estamos frente a lo que los bomberos llaman incendios de quinta generación: una simultaneidad de grandes incendios que ponen en jaque a los sistemas de extinción, llegando en algunos casos a amenazar a núcleos urbanos.

Lo que está pasando estos días en Europa es algo extremadamente inusual. Lo preocupante es que apenas estamos viviendo un previo de lo que ocurrirá en unos años. Lo que ahora consideramos anómalo, en breve será la nueva normalidad. Cuando dentro de dos o tres lustros recordemos a la campaña actual, seguramente nos parecerá leve por comparación.

Por qué es una campaña inusual

El año pasado publicamos un estudio donde caracterizamos, por primera vez, las diferencias entre las pirorregiones europeas. Esto es, estudiamos cómo y por qué varía espacial y temporalmente la temporada de incendios en la Europa mediterránea. Los resultados que obtuvimos nos permiten determinar por qué la campaña actual de incendios es extremadamente anómala:

Incendios fuera de estación. Ni en Portugal ni en muchas zonas del sur de Francia es habitual observar grandes incendios en la primera quincena de julio. El estrés hídrico estival alcanza su máximo a finales de agosto, por lo que los incendios al principio del verano no eran frecuentes ni extremos.

Hasta ahora, los grandes incendios en la primera quincena de julio solo eran comunes en el levante peninsular: zonas más áridas donde la vegetación se vuelve antes inflamable.

Europa se está aridificando, a raíz del cambio climático y del abandono rural, lo que homogeneiza el paisaje y lo vuelve uniformemente seco, enrasando por abajo. Esta es la causa del avance en la estación de incendios.

Intensidad creciente de los incendios. Los incendios actuales ya no se pueden extinguir. Mueren por inanición (han quemado todo lo que había por quemar) o porque llueve. Son incendios que liberan la misma energía que una, o más, bombas atómicas y toda la tecnología de extinción se queda corta frente a ellos.

Los grandes incendios son cada vez mayores. Es decir, el tamaño medio de los incendios que escapan a la contención aumenta, y eso pasa porque está aumentando la intensidad de los incendios.

En el momento de escribir este artículo, se estima que uno de los incendios en Gironda (Francia) rondaría las 8 000 ha. Estaríamos hablando del incendio de mayor extensión de los últimos 30 años en Francia y el tercero desde que empezó el registro galo en 1973. Algo parecido ocurría en el incendio en la sierra de la Culebra (Zamora) hace unas semanas: rozó el tamaño de los incendios más extensos registrados en España.

Simultaneidad de incendios de alta intensidad. No es la primera vez que nos encontramos frente a un escenario de fuegos de quinta generación. En los años 1978 y 1985, por ejemplo, se sucedieron más de 150 grandes incendios en España. Lo inusual de la temporada actual no es el número de grandes incendios, sino la simultaneidad de incendios muy intensos.

Además, la simultaneidad de incendios no se está dando a escala nacional, sino subcontinental: el suroeste de Europa está en esa situación. Y se espera que el Reino Unido entre en ola de calor, lo que podría llevar los grandes incendios también a las lluviosas islas británicas.

Un problema de salud pública

Por desgracia, sabemos que la frecuencia y la fiereza de las olas de calor aumentará con el cambio climático. Durante estos episodios, la mortalidad aumenta porque el organismo se descompensa, afectando sobretodo a personas mayores o con patología previas.

Durante las olas de calor empeora también la calidad del aire notablemente debido a los incendios forestales. Las imágenes del Meteosat nos mostraban, por ejemplo, cómo el humo de los incendios en las Landas francesas llegaba hasta la costa cantábrica española.

La inhalación de humos es otro factor que contribuye al exceso de mortalidad en olas de calor; se le considera responsable de 417 muertes en los incendios de Sídney de 2019.

El peligro de las olas de calor continuadas

Durante las olas de calor aumenta el potencial desecante de la atmósfera y nos encontramos con que muchas plantas se secan, por lo que liberan más energía al quemar.

Disminuye también la humedad en la hojarasca, facilitando la ignición y propagación del incendio. Aquellas zonas más húmedas que normalmente actuarían de cortafuegos, tales como los fondos de valle, se vuelven tan secas como las de su alrededor. Es decir, el paisaje se torna uniformemente seco.

La atmósfera desecante aumenta también el arrojo de los incendios forestales, lo que de nuevo intensifica su comportamiento. Esto es, la columna de convectiva del incendio puede ascender hasta grandes alturas por la atmósfera, lo que puede aumentar las corrientes y el transporte de pavesas.

Qué cabe esperar en el futuro

El cinturón de los incendios se está expandiendo en latitud y en altitud. Los grandes incendios en zonas de Europa donde hasta ahora eran raros, como el Reino Unido y Escandinavia, son cada vez más comunes. Las zonas de montaña, como los Alpes y los Pirineos, son cada vez más inflamables.

La época en la que los incendios se apagaban con agua se ha acabado. Estamos viendo el resultado de décadas de dejadez en la gestión del territorio y de inacción climática. Estamos viendo el tráiler de la película del futuro que les estamos dejando a nuestros hijos y a nuestros nietos.

23
Jul
2022

Frente a la ola de incendios forestales que sufre España en los últimos diez días el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales reclama gestión forestal como la única solución a largo plazo. Poder abordar los incendios forestales de los próximos años, “con mínimas garantías de extinción”, exige “sacar biomasa forestal de los bosques para que dejen de ser polvorines”. Para ello, considera imprescindible “actuar de una vez por todas a nivel político con perspectiva de Estado”.

El uso de la biomasa forestal aporta beneficios económicos, ecológicos y sociales, que se traducen en generación de empleo, ahorro energético, uso eficiente de la energía y gestión sostenible del medio natural, según el COITF. Y reclama esa gestión del territorio también en los espacios naturales protegidos porque esa figura por sí sola “no sirve de nada si previamente no se han preservado frente a los incendios forestales con medidas de gestión concretas”.

El escenario que observa el COITF “es desolador». Según los ingenieros forestales «los incendios forestales arrasan cientos de miles de hectáreas, dejando a su paso la pérdida de vidas humanas, un reguero de mortandad de trillones de seres vivos: mamíferos, reptiles, aves anfibios e insectos entre otros, y la destrucción de todo tipo de bosques, matorrales, pastizales esparcidos por montañas, valles, llanuras y depresiones y aniquilando los paisajes modelados con el paso del tiempo por nuestros antecesores. Se pierden inexorablemente ingentes recursos y una inmensa biodiversidad en ocasiones irrecuperables”.

incendio cantabria

19
Jul
2022

 

incendios en Zamora a fecha de 18 de julio

Incendios forestales en Zamora a fecha de 18 de julio. Cortesía de la Opinión de Zamora

Comenzaremos con las declaraciones del Secretario de Reto Demográfico  D. Francisco Boya que recoge El Español

El secretario de Reto Demográfico advierte que “la no gestión no es un opción” cuando se trata de incendios

Francisco Boya ha señalado que "hay que encontrar el equilibrio entre la protección de la biodiversidad y la preservación de la ganadería"

El secretario general para el Reto Demográfico, Francisco Boya, evitó este miércoles juzgar la acción de la Junta de Castilla y León en materia de incendios aunque sí advirtió que “la no gestión no es una opción” cuando se trata de los bosques, según informa Ical. Boya realizó esta consideración durante su participación en una mesa redonda sobre el reto demográfico en la Facultad de Geografía de la Usal, donde llamó a la “cooperación” y a la “colaboración institucional” en este ámbito, de competencia autonómica.

 

De hecho, el secretario general para el Reto Demográfico recordó que en el seno del Ministerio han acordado el reparto de una cantidad de los 40 millones que corresponden a las comunidades autónomas para incentivar la bioeconomía forestal y, por tanto, “el Gobierno va a estar al lado de las autonomías en materia de gestión forestal, como lo está en muchos ámbitos”, asegurando que, desde su punto de vista, “es a la ciudadanía a quien corresponde juzgar la actitud y el trabajo de la administración”.

El Español

Nota de DISTRITO FORESTAL

Como ya hemos realizado en estas páginas los técnicos de este humilde blog, la gestión forestal necesaria para la conservación de nuestros bosques y la prevención de grandes incendios, es decir la gestión forestal sostenible,  requería, en 2019   ( https://distritoforestal.es/images/DF_Inversiones_anuales_necesarias_para_la_gesti%C3%B3n_forestal_sostenible_en_Espa%C3%B1a.pdf ) unas inversiones de 955.575.460 €/ año, que con la subida de costes supondría en la actualidad unos 1.200 millones. Esta valoración está conforme a otras estimaciones como la hecha por Juntosxlosbosques, sería digno de encomio que fuera atendida. En estos momentos decenas de grandes incendios asolan los montes de España, con más de 35.000 Ha quemadas y dos víctimas mortales.

Pero no hay ninguna novedad. Ni solo lo vemos los ingenieros de montes,  a raíz del gran incendio en Sierra Bermeja del verano pasado y que calcinó más de 9.000 hectáreas, el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Granada (UGR) José Gómez Zotano, expuso en resumen: "Abandono de sexta generación, incendio de sexta generación" en Sierra Bermeja

De su publicación en La Vanguardia de Barcelona recogemos los siguientes párrafos:

El inicio del turismo coincidió con el declive de los aprovechamientos forestales tradicionales en general y del pino resinero en particular (madera y resina), lo que generó importantes cambios paisajísticos y territoriales. "Ante la falta de precios y mercados para los productos forestales, estos bosques tendieron a ser abandonados, lo que se tradujo en un factor de riesgo ambiental al generarse una excesiva densificación de la vegetación y una abundante acumulación de materia orgánica de fácil combustión que, además, servía como reserva de enfermedades y plagas".

Concluyendo que el abandono del monte, la presión del turismo o la falta de medidas preventivas son causas que explican la virulencia del incendio forestal.

Ingenieros de montes, forestales, propietarios de montes, ayuntamientos, geógrafos estamos de acuerdo en la necesidad de invertir en los montes. Los ingenieros de Distrito Forestal hemos calculado una primera estimación en 1.200 millones para los PGE de 2023.

DAMOS CASI POR SUPUESTO QUE EN LOS PGE PARA 2023 NO HABRÁ NINGUNA PARTIDA DE 1.200 MILLONES DE EUROS PARA INVERTIR EN LIMPIEZA Y CLAREOS DE LOS MONTES QUE SIRVAN COMO PREVENCIÓN PARA LOS INCENDIOS FORESTALES PUES EN CUANTO LLEGUEN LAS LLUVIAS DE OTOÑO TODO SEGUIRÁ IGUAL HASTA LOS INCENDIOS DEL AÑO PRÓXIMO EN QUE VOLVEREMOS A LEER QUE EL ESTADO INVIERTE A TRAVÉS DE LAS CCAA OTROS 40 MILLONES.

ENTRE TODAS LAS NECESIDADES QUE DEBE CUBRIR EL ESTADO LA ATENCIÓN A LOS MONTES PARA PREVENCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES TIENE UN TRISTE RECORD PUES SOLO SE INVIERTE EL  3,33 % DE LO IMPRESCINDIBLE.

El MITECO tiene la última palabra. Pero si no invierte en limpias y clareos, en prevención y en resumen, en gestión forestal sostenible, los incendios forestales seguirán repitiéndose con la virulencia que están alcanzando año tras año y será algo chocante eludir esta insuficiencia grave en la gestión del Estado echando la culpa al Cambio Climático.

Por favor, dennos la buena noticia de estar equivocados y para los PGE de 2023 creen los presupuestos necesarios para ir acabando con la lacra de los grandes incendios forestales.

22
Jul
2022

Todos los años, de forma sistemática, los incendios forestales se presentan en verano cada vez más pronto, cada vez más intensos, peligros y explosivos y, cada vez, con un mayor impacto ambiental. La superficie forestal se ha incrementado, en menos de una década, aproximadamente un 5% como consecuencia de la pérdida de población y el cambio en las costumbres tradicionales que existían en los pueblos rurales esparcidos por toda la geografía española, que a la postre eran los que se encargaban de adecentar el monte todos los años.

El escenario es desolador, no solo para los ingenieros forestales y profesionales de todo el sector que luchan contra un gigante insaciable, el fuego, sino para toda la sociedad que observa impotente como, año tras año, los incendios forestales arrasan cientos de miles de hectáreas, dejando a su paso la pérdida de vidas humanas, un reguero de mortandad de trillones de seres vivos: mamíferos, reptiles, aves anfibios e insectos entre otros, y la destrucción de todo tipo de bosques, matorrales, pastizales esparcidos por montañas, valles, llanuras y depresiones y aniquilando los paisajes modelados con el paso del tiempo por nuestros antecesores dentro de la Península Ibérica. Se pierden inexorablemente ingentes recursos y una inmensa biodiversidad en ocasiones irrecuperables.

 incendios2

No se permite hacer caminos que faciliten la entrada de los recursos terrestres y de maquinaria pesada en las zonas óptimas para el ataque al fuego; no se permite realizar nuevos cortafuegos o los que hay no se mantienen adecuadamente; la ganadería extensiva prácticamente ha desaparecido sin destinar recursos a incentivarla… excesiva normativa sin sentido común ni racionalidad, sin el criterio técnico apropiado, sin la precisa sabiduría del mundo rural que es imprescindible. La solución se encuentra en la gestión forestal y gestión del territorio ¡¡GESTIÓN !! ¡¡GESTIÓN !! ¡¡GESTIÓN !!

28
Jun
2022

Science Daily thumb

Fecha: junio 26, 2022

Fuente: Servicio Forestal del USDA - Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico

Resumen:

Un nuevo estudio examina el contexto que rodea a los incendios y ofrece información sobre el papel histórico de los incendios grandes y de alta gravedad, y el futuro de los incendios forestales, al oeste de las Cascadas.

   

HISTORIA COMPLETA

Cuando los incendios del Día del Trabajo de 2020 incendiaron más de 300,000 hectáreas en el lapso de dos semanas en partes del oeste de Oregon y Washington, devastaron comunidades y pusieron la amenaza de incendios en el lado oeste directamente en el foco. Un nuevo estudio dirigido por la Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico del Servicio Forestal del USDA examina el contexto que rodea los incendios y ofrece información sobre el papel histórico de los incendios grandes y de alta gravedad, y el futuro de los incendios forestales, al oeste de las Cascadas.

"Sin lugar a dudas, los incendios del Día del Trabajo de 2020 fueron un evento de incendio significativo en muchos niveles, y uno que fue una llamada de atención para la región", dijo Matthew Reilly, investigador forestal y autor principal del estudio, que se publica en la revista Ecosphere. "El objetivo de nuestro estudio fue ayudar a comprender cómo este evento se compara con los incendios pasados del lado oeste para que podamos ayudar a informar las estrategias de adaptación destinadas a prevenir o mitigar eventos similares en el futuro".

A partir de una revisión de la literatura, extensos datos históricos y nuevos análisis, Reilly y sus coautores exploraron cinco preguntas que rodean los incendios del Día del Trabajo de 2020: cómo se compararon los incendios de 2020 con los incendios históricos en la región, el papel del tiempo y el clima, los efectos de la gestión forestal y la estructura forestal previa al incendio en la gravedad de las quemaduras, los impactos de estos incendios en los paisajes del lado oeste, y qué se puede hacer para adaptarse a incendios similares en el futuro. En última instancia, encontraron que los incendios de 2020 fueron notablemente consistentes con los incendios históricos en el lado oeste, tanto en términos de su tiempo y tamaño como de la causa de su rápida propagación: condiciones secas combinadas con fuertes vientos del este.

"Nuestros hallazgos sugieren que estos incendios severos son normales para los paisajes del lado oeste cuando se observan los regímenes históricos de incendios en escalas de tiempo más largas", dijo Reilly. De hecho, los investigadores identificaron incendios históricos similarmente grandes a principios de los años 20.ésimo siglo bajo condiciones climáticas similares, algunas incluso ardiendo justo alrededor del Día del Trabajo, en algunos de los mismos lugares que se quemaron en 2020.

Debido a los bosques abundantes y productivos característicos del lado oeste y el papel impulsor de los vientos extremos, las herramientas convencionales de manejo de incendios utilizadas en los bosques secos, como la quema prescrita y el manejo de combustibles, probablemente serán menos efectivas en los bosques del lado oeste que en el lado este. Este es particularmente el caso, según su estudio, cuando las condiciones climáticas de los incendios son tan extremas como las observadas durante los incendios de 2020.

"Nuestro estudio indica que necesitamos enfoques y estrategias de adaptación muy diferentes en los bosques del lado oeste en comparación con los que usamos en los bosques secos", dijo Reilly.

El estudio se llevó a cabo como parte de la Iniciativa de Investigación de Incendios del Lado Oeste en curso de la Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico, que se lanzó en 2019 para desarrollar herramientas basadas en la ciencia para ayudar a los administradores de recursos a responder al riesgo de incendios forestales en los bosques del lado oeste. Los coautores del estudio son del Departamento de Recursos Naturales del Estado de Washington, la Universidad de Washington, la Universidad Estatal de Oregón y la Región del Pacífico Noroeste del Servicio Forestal del USDA.

Resúmenes

Los incendios del Día del Trabajo de 2020 fueron mucho más grandes y más severos que otros en el registro reciente, pero fueron notablemente consistentes con muchos incendios históricos. Los fuertes vientos del este y las condiciones secas son los denominadores comunes tanto en los grandes incendios históricos del pasado como en los incendios de 2020.

Es poco probable que la gestión forestal y los tratamientos de combustible influyan en la gravedad de los incendios en los incendios más extremos provocados por el viento, como los incendios del Día del Trabajo de 2020. La estructura forestal previa al incendio, en gran parte el resultado de actividades anteriores de manejo forestal, tuvo poco efecto en la gravedad de las quemaduras cuando los vientos del este fueron fuertes durante los incendios de 2020.

Los tratamientos de combustible alrededor de los hogares y la infraestructura aún pueden ser beneficiosos en condiciones climáticas de fuego bajas y moderadas.

Las estrategias de adaptación para incendios similares en el futuro en las comunidades del lado oeste podrían, en cambio, centrarse en la prevención de la ignición, la supresión de incendios y la preparación de la comunidad.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por el Servicio Forestal del USDA - Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico. Nota: El contenido se puede editar por estilo y longitud.

Referencia de la revista:

Matthew J. Reilly, Aaron Zuspan, Joshua S. Halofsky, Crystal Raymond, Andy McEvoy, Alex W. Dye, Daniel C. Donato, John B. Kim, Brian E. Potter, Nathan Walker, Raymond J. Davis, Christopher J. Dunn, David M. Bell, Matthew J. Gregory, James D. Johnston, Brian J. Harvey, Jessica E. Halofsky, Becky K. Kerns. Cascadia Burning: Los incendios forestales históricos, pero no históricamente sin precedentes, de 2020 en el noroeste del Pacífico, ESTADOS UNIDOS. Ecosfera, 2022; 13 (6) DOI: 10.1002/ecs2.4070

Cite esta página:

Servicio Forestal del USDA - Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico. "Visión del pasado, y el futuro, de los incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos". ScienceDaily. ScienceDaily, 26 de junio de 2022. <www.sciencedaily.com/releases/2022/06/220626200211.htm>.

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